Bloodline

Bloodline, vista en Sitges

Evan es un psicólogo que se implica mucho en la relación con sus jóvenes pacientes. Padre y amante de su familia no dejará que la paz que le envuelve a él y a sus alumnos se tambalee. Sus tendencias asesinas serán ideales para mantener la paz cerca de él.

Bloodline es un relato sangriento, y con su primera escena te deja bien claro lo que vamos a ver. Pero la violencia que a veces nos muestra en grandes primeros planos el director, Henry Jacobson, en lo que es su primer largometraje, no es de regalo. La violencia y la sangre van con la historia sin ser algo gratuito.

Seann William Scott interpreta a un hombre que para solventar según qué problemas y ayudar a sus alumnos, llega a convertirse en un asesino. Algo que a pesar de recordarnos mucho a Dexter, tener un oficio de día y otro por las noches, no entorpece nuestro acercamiento a la narración. Seguramente por intercalar, entre asesinato y asesinato, una segunda historia entre la relación de los tres personajes principales. Donde la química entre Seann y Dale Dickey, que interpreta a su madre, nos parece excelente gracias a un gran juego de miradas.

Entretenido producto que sin ser redondo, consigue atrapar a los aficionados a este tipo de cine. A pesar de que la historia flojea en algún momento el resultado final conseguido por Jacobson es bueno, y los primeros planos del afilado cuchillo del protagonista cortando cuellos consigue el efecto buscado.

 

SALVA VILA

 
 

Bloodline


 

Ficha Técnica:
Título original: Bloodline
Dirección: Henry Jacobson
Guion: Avra Fox-Lerner, Will Honley, Henry Jacobson
Música: Trevor Gureckis
Fotografía: Isaac Bauman
Reparto: Seann William Scott, Mariela Garriga, Dale Dickey, Kevin Carroll, Christie Herring, Raymond Alexander Cham Jr., Leith M. Burke, Nick Boraine, Dusty Sorg, Sean H. Scully, Larsen Thompson, Hudson West, Matthew Bellows
Año: 2019
Duración: 95 min.
País: Estados Unidos
Productora: Divide / Conquer / Mind Hive Films / Blumhouse Productions