Simon trabaja como empleado en una importante casa de subastas y junto con unos criminales deciden robar una de las obras más preciadas que va a subastarse, «El vuelo de las brujas» de Goya.
Tras recibir un golpe en la cabeza durante el robo, Simon no es capaz de recordar donde ha escondido el cuadro. Frank, el jefe de la banda, decide en un intento desesperado de recuperarlo, asistir a una hipnoterapeuta para que logre que Simon recuerde el lugar donde escondió la obra, pero su mente parece algo más complicada y profunda de lo que aparenta.
Tras sorprendernos con sus últimas películas «Slum Dog Millionaire» y «127 horas«, Danny Boyle se acerca de nuevo al cine de acción donde más cómodamente se mueve añadiéndole una fuerte dosis de suspense y adentrándose en el peligroso mundo de la mente humana, una apuesta muy arriesgada.
La película empieza con un planteamiento sorprendente, donde cada uno de los personajes se nos presenta de una forma, pero a medida que avanza la trama y aparece la hipnósis, la película rompe la barrera entre el mundo real y el mundo onírico hasta llegar un punto donde no sabemos de cual de los tres protagonistas son las imágenes que nos están mostrando;una sensación caótica que puede descolocar y apagar la mente del espectador.
La trama gira y gira, y en una de estas curvas uno puede terminar por perderse si no está metido de lleno en la historia; aunque detrás de este aparente descontrol argumental se esconde un trabajado guión, sinceramente, un servidor necesitaría un segundo visionado para ver que realmente el argumento ata bien todos las historias, puesto que se trata de esas películas donde una falsa cabezada o una distracción en un mal momento puede hacer perder algún detalle importante, y es un thriller de muchos detalles.
El punto de vista hacia los personajes es retorcidamente cambiante y según que verdad queramos aceptar nos situaremos de un lado u otro. El director juega con un triángulo de protagonistas, con aparentes vidas antagónicas, que resulta siendo morbosamente interesante.
James Mc Avoy, interpreta a Simon;Danny Boyle convierte su mente en un volcán en reposo que termina por entrar en erupción. Es el papel más completo y complejo interpretado por Mc Avoy (junto con su papel en la gran «El último rey de Escocia» 2006) y lo resuelve con muy buena nota, teniendo que moverse en distintos registros a medida que nos vamos adentrando en su mente.
Lo prefiero en este tipo de papeles más exigentes que verlo en X-Man, papel fácilmente interpretable por muchos actores.
Rosario Dawson, es la inocente y atractiva doctora que someterá a las sesiones de hipnósis al protagonista.
De la misma forma que su compañero, es la mejor interpretación que hemos visto de ella hasta la fecha, en un papel muy lejano al de películas como «Imparable» o «Sin City«. Despliega sosiego, sexualidad y controla perfectamente los continuos vuelcos de su personaje.
Sin lugar a dudas es la mejor interpretación en la película y sitúa a la actriz, en un papel con muchos matices y contenido, en un buen puesto en el candelero de futuros proyectos.
Vincent Cassel retorna a la mejor senda interpretando a Frank, el desalmado y despiadado jefe de la banda que lo único que quiere es el cuadro. Es el tercer vértice que sustenta la acción, en un papel sin la complejidad de los otros dos, pero que la experiencia en papeles duros de Cassel sabe dar un aire oscuramente atrayente que, siendo más lineal que el resto de personajes, hace que logre una buena interpretación.
Mención especial para la brillante banda sonora del compositor Rick Smith, 50% de la banda Underworld que ya compuso para Boyle en «Trainspotting«, y que logra dar, junto a colaboraciones con artistas como Moby, un agradable e inquietante aire negro tan adecuado.
Conociendo la importancia que le da Boyle a la BSO en sus películas, trabajando con grandísimos compositores como A.R. Rahman o Angelo Baladamenti, no es de extrañar que el espectador conecte perfectamente con el ambiente perverso de la película.
Una película difícil, que algunos muchos alabarán y otros tantos preferirán cualquiera de los otros trabajos del director, pero es innegable la capacidad que tiene Boyle para hacer películas tan diametralmente opuestas y obtener buenos, o mejores resultados en otros casos.
Me gustan los directores que arriesgan, después de lo laureado que está el director tras «Slum Dug Millionaire» no le han faltado propuestas para dirigir grandes producciones con un éxito asegurado, pero el ha preferido seguir buscando nuevos proyectos más arriesgados.
Jugar con la mente siempre es un papel difícil, es fácil mentir al espectador, pero hay que probarlo. Pregúntele al señor Martin Scorsese con su «Inception«…pues una sensación parecida le dejó a un servidor la película, satisfecho, pero tengo que ordenar los elementos del plato que me he comido para saber si realmente estaban todos los que yo creo y entonces podré darle quizás alguna otra estrella.
JORDI FREIXEDAS
Trance
Año 2013
Duración 101 min.
País Reino Unido
Director Danny Boyle
Guión Joe Ahearne, John Hodge
Música Rick Smith
Fotografía Anthony Dod Mantle
Reparto
James McAvoy, Vincent Cassel, Rosario Dawson, Tuppence Middleton, Danny Sapani, Wahab Sheikh,
Lee Nicholas Harris, Ben Cura, Gioacchino Jim Cuffaro, Hamza Jeetooa
Productora Cloud Eight Films / Film4
Género Thriller
Otro buen trabajo de Boyle. Giros y más giros argumentales junto con una acertada banda sonora forman un thriller psicológico apto para el espectador más exigente.
Muy bien trabajada, recuerdo los momentos en que la protagonista tiene el gesto de ponerse la mano en el cuello…
Totalmente de acuerdo con Pol. Gran peli, me ha encantado, todo el rato atrapado en la narración. Muy buen guión y montaje de la película, con unos colores azules, rojos y amarillos que dan un aire a la película de «locura» como el caos mental del protagonista.
Para mi genial, un buen trabajo de Boyle.