Ghost In The Shell

Ghost in the shell, el alma de la máquina

Nos enfrentamos a Ghost in the shell, el alma de la máquina, y digo enfrentamos porque la sensación final al verla es agridulce. Un épico homenaje a Blade Runner con un gran despliegue de recursos técnicos y presupuestarios que se pierde ligeramente a medida que avanza el metraje.

Hay que agradecer a Paramount el plantear la cinta para un público desconocedor del famoso anime japonés, abriendo el target al público en general para vender la película a la mayor audiencia posible a nivel mundial. Un esfuerzo que se nota y que por supuesto se agradece.

Lo primero que nos sorprende de Ghost in the shell es la ubicación de la trama, localizada en una futurista Honk Kong que sustituye a la Tokio del anime original en que se basa el filme. Ese pequeño detalle, probablemente motivado por la importante aportación de capital chino que incluye la producción de la película, consigue acertadamente justificar el desfile de personajes no asiáticos que supone la cinta. Al mismo tiempo, es lo que permite poder disfrutar de varios actores más que conocidos para el gran público como por ejemplo la delicada Juliette Binoche, que increíblemente consigue no desentonar en mitad del caos visual que es la película.

Mención especial merecen tres de los actores del variopinto reparto, empezando por Michael Pitt, mítico malvado de la Funny Games de Michael Haneke en su versión estadounidense de 2007, que en esta ocasión ejerce a priori de oscuro y misterioso villano robotizado y gran némesis de la protagonista.

El segundo nombre a destacar es el del actor nacido en Copenague Pilou Asbæk, conocido mundialmente por su papel en la serie política Borguen y que ha sufrido una impactante transformación física al más puro estilo Hollywood que le ha hecho convertirse en un típico cachas peliculero viniendo de ser o representar algo completamente distinto en la mencionada serie que le lanzó a la fama.

Y finalmente el tercer miembro del reparto a remarcar, y sin duda el más sagrado y eterno, no es otro que el siempre brillante Takeshi Kitano. Es tanto el respecto acumulado que merece que incluso puede aceptarse su presencia en algo tan absurdamente fuera de su mundo como Ghost in the shell. Nos deja un papel de esos en que siendo descaradamente un pez fuera del agua por lo incoherente de su presencia en la película, su solidez y carisma consiguen que el filme se adapte a su participación de forma sorprendente consiguiendo que su personaje encaje como anillo al dedo en esta superproducción futurista y deslavazada. Eterno Kitano.

No hemos hablado todavía de la protagonista, es cierto, la famosa Scarlett Johansson, gran reclamo comercial y visual de Ghost in the shell. Interpreta a esta especie de Frankestein, en su versión más cercana al de Mary Shelley, que busca la razón y el sentido de su existencia. Cual adolescente que persigue encontrar su lugar en el mundo y descubrir quién es, Johansson pone el toque dramático y existencial a un filme que por otro lado basa gran parte de su atractivo comercial en mostrar a la actriz en un estado de semi desnudez.

Conste que el truco funciona y las imágenes gustan, por mucho que siga siendo una mujer de sorprendente baja estatura y generoso trasero. Sin duda en pantalla grande su despliegue físico es un regalo para la vista que supera su trabajo como actriz en la película. Aún así, consigue transmitir lo que al final es el título del filme, Ghost in the shell, un fantasma encerrado en un caparazón. Un ser que se ve atrapado en un cuerpo que no es el suyo y que busca desesperadamente su identidad, su verdadero ser, así como sus orígenes y la razón de su existencia.

En una metrópolis futurista la joven Motoko Kusanagi (Scarlett Johansson), también conocida como ‘the Major’ Mira Killian, es la líder de grupo operativo de élite, Sección 9. Su objetivo es luchar contra el ciber-terrorismo y los crímenes tecnológicos. Al mando de esta unidad de operaciones encubiertas está Aramaki (Takeshi Kitano), y destaca Batou (Pilou Asbæk), un ex-militar considerado como uno de los agentes más salvajes del grupo. Pero, después de un peligrosa misión, el cuerpo de Kusanagi queda dañado, siendo sometida a una operación quirúrgica para trasplantar su cerebro en un cuerpo robótico. Este nuevo cuerpo artificial le permitirá ser capaz de realizar hazañas sobrehumanas especialmente requeridas para su trabajo… Basada en la aclamada saga homónima de ciencia ficción.

La ciudad que nos muestra la película, así como los efectos visuales de los que hace gala en general, son ciertamente espectaculares y de excelente factura. Una maravilla que el filme sabe aprovechar con acierto y que consigue compensar muchas de las carencias de esta cinta que dirige Rupert Sanders.

En conclusión se puede afirmar que la película es una gozada para la vista y que sin duda resultará dinámica y entretenida para el gran público. El que sea un fan del manga de Masamune Shirow, no es el caso del que escribe, probablemente tendrá más dificultades para dejarse llevar y disfrutar sin complejos de esta Ghost in the shell que deja el terreno preparado para futuras entregas que, si la taquilla acompaña, llegarán seguro en el futuro.

JORDI CIERCO


 
 

Trailer de Ghost in the shell


 

Director: Rupert Sanders
Reparto: Scarlett Johansson, Takeshi Kitano, Michael Pitt, Pilou Asbæk, Juliette Binoche, Peter Ferdinando, Christopher Obi, Joseph Naufahu, Chin Han, Kaori Momoi, Yutaka Izumihara, Tawanda Manyimo, Lasarus Ratuere, Danusia Samal, Rila Fukushima, Michael Wincott
Año / País: 2017 / Estados Unidos
Título original: Ghost in the Shell
Duración: 107 min.
Estreno: 31 de marzo de 2017
Guion: William Wheeler (Manga: Masamune Shirow)
Música: Clint Mansell, Lorne Balfe
Fotografía: Jess Hall
Productora: DreamWorks SKG / Grosvenor Park Productions / Seaside Entertainment
Calificación: No recomendada para menores de 12 años

Deja un comentario