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Assassin’s Creed, no todo está permitido

Fassbender, Cotillard y Jeremy Irons están en deuda con el público tras esta Assassin’s Creed. Lo están por firmar uno de esos proyectos que parece no haber sido visionado por ninguno de sus responsables antes de llegar a las salas de cine de todo el mundo. Parece increíble hoy en día que se gasten las burradas que se gastan en producciones como esta, la verdad. Si yo fuera accionista de 20th Century Fox sin duda cursaría una reclamación oficial, así de claro.

Nos enfrentamos a una película que hace aguas tanto en cuanto al guión como, y ahí está la sorpresa, en cuanto a su aspecto visual. Cuando uno asiste a títulos como este va dispuesto a dar margen a la trama y las actuaciones del reparto en aras de algo visualmente impresionante. Pero Assassin’s Creed falla incluso en eso, en la espectacularidad, pues ni sus combates cuerpo a cuerpo ni sus amplios y repetitivos paisajes diseñados por ordenador consiguen alegrarnos el día. 

Se trata de un filme oscuro, muy oscuro, en el que el mayor entretenimiento parece ser adivinar cuándo es Fassbender el que está en pantalla. No quiero ni pensar la sensación tan indescriptible que puede ser ver este filme en el 3D que hay hoy en día en los cines, sinceramente. 

La cinta narra la historia de Callum Lynch, el cual a través de una tecnología revolucionaria, es capaz de experimentar las aventuras de su antecesor en la España del s.XV. Callum descubre que es descendiente de una misteriosa sociedad secreta, los asesinos, y acumula conocimientos y habilidades increíbles que le permitirán enfrentarse con su destino.

Una fría y breve introducción casi inexistente le basta a la película para tirarnos a un ruedo protagonizado por una extraña máquina que ni acabamos de comprender ni tampoco se nos explica. Todo enmarcado en unos supuestos sentimientos que no se trabajan y por tanto tampoco cuajan. 

Sí hay que destacar la actuación de Brendan Gleeson, que quizás por estar enmarcada en un filme como este, o quizás por su buen hacer, impresiona y sorprende. Un papel pequeño pero fantásticamente ejecutado que se erige tristemente en lo mejor de la cinta sin duda alguna. 

«Nada es verdad, todo está permitido»

Justin Kurrzel, que nos enamoró con su anterior película, una brutal adaptación de Macbeth protagonizada también por Fassbender y Cotillard, dirige esta Assassin’s Cred que sin duda no pasará a la historia y que hace poco más que llenar los bolsillos de un reparto que está muy por encima del guión y la realización de la película. Señores, no todo está permitido y de verdad esperábamos más. Respetamos y entendemos que hay que comer, pero también es obligado poner pasión en lo que uno haga, y sinceramente es una de esas películas que parece que nadie se haya sentado a ver antes de lanzarla a sus víctimas, es decir, el público. 

Podemos concluir que el filme queda para fanáticos del juego, que probablemente saldrán de la sala todavía más decepcionados que el que escribe, pero que, sin duda, merecen juzgar por sí mismos y así debe ser. No esperéis mucho si no queréis llevaron una decepción importante.

JORDI CIERCO


 
 

Tráiler de Assassin’s Creed

https://youtu.be/uNOnq5YaNxg
 

Director: Justin Kurzel
Reparto: Michael Fassbender, Marion Cotillard, Ariane Labed, Jeremy Irons, Brendan Gleeson, Michael Kenneth Williams, Charlotte Rampling, Brian Gleeson, Carlos Bardem, Hovik Keuchkerian, Matias Varela, Denis Ménochet, Mohammed Ali, Javier Gutiérrez, Dino Fazzani, Gabriel Andreu, Megan Affonso
Año / País: 2016 / Estados Unidos
Título original: Assassin’s Creed
Duración: 108 min.
Estreno: 23 de diciembre de 2016
Guión: Adam Cooper, Bill Collage, Michael Lesslie
Música: Jed Kurzel
Fotografía: Adam Arkapaw
Productora: 20th Century Fox / Regency Enterprises / DMC Film / Ubisoft
Web oficial

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