Drácula Príncipe De Las Tinieblas

Drácula príncipe de las tinieblas

Mientras se encuentran de viaje, cuatro aventureros reciben el consejo del Padre Sandor quen les indica que no se acerquen a un misterioso castillo que hay en medio de las montañas. Que prosigan su camino y no paren. Pero les atrapa el anochecer y el cochero que les lleva, atemorizado, decide no proseguir el viaje y les deja en medio del bosque. No tienen más remedio que pasar la noche en ese misterioso castillo.

Regresan Christopher Lee y Terence Fisher para ofrecernos la continuación de Dracula (Horror of Dracula) realizada en 1958. En esta ocasión el vampiro vuelve a estar encarnado por Lee, quién encuentra en la figura del Padre Sandor a un gran conocedor de sus historias y debilidades. No aparece por tanto Peter Cushing, el gran caza vampiros.

La secuela empieza con la narración, en forma de recuerdo, de lo sucedido al final de la anterior película, para situarnos 10 años después de aquellos acontecimientos. Han pasado ya 10 años de la muerte de Drácula, pero los aldeanos del pueblo cercano al castillo del conde siguen temiendo su nombre.
Un grupo de 4 viajantes que están por la zona, serán los atrevidos a pasar la noche en ese maldito castillo.

En esta ocasión Terence Fisher introduce varios elementos más comunes a las historias de este vampiro que no en su anterior película. Aparecerá de este modo Ludwig, un antiguo criado de Drácula, más conocido en la novela de Stoker por Reinfield.
Pero como no puede ser de otra manera, seguimos teniendo los elementos comunes a las películas de la Hammer, las constantes estéticas de estas películas ya clásicas que resultan tan maravillosas. Las tormentas de rayos, aire ya clásico que se respira en el ambiente, y sus castillos en miniatura con múltiples habitaciones y pasadizos. Aunque tal vez la ambientación del interior del castillo vuelve a pecar de limpia.

Y lo más clásico de todo, el personaje principal de la película siempre elegante. Christopher Lee vuelve a interpretar a este gran vampiro, con su vestido negro y una enorme capa. Sin nada de diálogo, Lee, aparece solo en la segunda mitad de la película y ya impone su presencia. Con una reencarnación salvaje, Drácula va paseando unos ojos inyectados en sangre que muestran que ha regresado con muchas más ganas de sangre que nunca.

La primera parte del filme nos narra la llegada de los viajantes hasta el castillo, donde un criado del Conde Drácula, un hombre alto con cara muy seria y misteriosa, hace lo posible para resucitar a su amo. Como curiosidad vemos que la estética de este personaje se parece mucho a la del Hombre alto de Phantasma, la película de Don Coscarelli (1979).
La segunda mitad de Drácula príncipe de las tinieblas, es todo persecuciones y un conde sediento de sangre. Una película que resulta mucho más violenta que la anterior de Fisher, aquí la sangre fluye con ganas en muchas ocasiones.

Los puntos fuertes de la película son sus personajes principales, mucho más elaborados que en anteriores ocasiones, sobretodo el curioso Padre Sandor y el algo prepotente Charles. La trama de la historia también está más elaborada que su predecesora, teniendo mucho con más sentido. Y evidentemente la ambientación típica de la Hammer y Drácula.

Drácula príncipe de las tinieblas
seguramente resulta mejor que la película dirigida por Terence Fisher en 1958, y nos deja aquel fantástico sabor a clásico inmortal.

 

SALVA VILA


 
 

Drácula príncipe de las tinieblas


 
Ficha Técnica
Título original: Dracula, Prince of Darkness
Director: Terence Fisher
Guión: John Sansom
Música: James Bernard
Fotografía: Michael Reed
Reparto: Christopher Lee, Barbara Shelley, Andrew Keir, Francis Matthews, Suzan Farmer, Charles Tingwell, Thorley Walters, Philip Latham, Walter Brown, George Woodbridge, Jack Lambert, Philip Ray
Año: 1966
Duración: 90 min.
País: Reino Unido
Productora: Hammer Films

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