Jiro sueña en ser aviador, pero por ser corto de vista, termina por ser un gran diseñador de aviones. Su categoría pronto le sirve para trabajar en la división aeronáutica que realiza aviones para el ejército japonés.
Hiyao Miyazaki se despide con esta película del mundo del cine y lo hace dejando en un segundo plano todo su fantasioso mundo, para relatar una historia biográfica del creador del avión de combate Zero.
Si por algo destaca Miyazaki, es por todo un mundo imaginario que ha llevado al cine en forma de pequeños fantasmas, espantapájaros que fuman en pipa, ensoñadores paisajes, cerdos que pilotan aviones, y un sin fin de personajes y animalitos curiosos que han hecho las fantasías de muchos de nosotros. En esta ocasión el director aparta todo esto para centrarse en un drama histórico y contar la vida de Jiro Horikoshi, un chico que siempre soñó con volar y terminó por ser diseñador de aviones.
Con los particulares paisajes y diseño de personajes del director de Porco Rosso (1992), se narra de forma lineal la vida de Jiro y los acontecimientos que le marcaron, como el terremoto de de 1923, la epidemia de tuberculosis y la entrada de Japón en la II Guerra mundial.
Una historia bien contada por Miyazaki y basada en su propia novela gráfica, que pretende abarcar demasiados hechos, resultando ser algo densa. Tal vez, si se centrara en unos años en particular, el film podría resultar más ameno.
La animación de la película, como no podría ser de otra manera, es fantástica. Aún así, al film le falta fuerza, deja de ser una película accesible para todos, como lo eran sus anteriores trabajos.
Adentrarse en la vida de este personaje histórico, no deja de ser adentrarse en un terreno pantanoso, puesto que puede hacer que alguien crea que el director se esté decantando por cierta orientación política, sin ser estas sus pretensiones. Para contrarrestar esta posible idea, el director muestra secuencias a lo largo del film en que Jiro deja volar su imaginación. De este modo, se consigue una narración histórica de los hechos, pero sin suponer éstos una aportación ideología i/o política, ni una molestia para el espectador.
Como era de esperar, en Japón y Corea del Sur, el film ha traído algo de polémica entre los diferentes partidos de izquierdas y derechas, y críticas coreanas por glorificar el poder armamentístico Japonés.
Algunas escenas brillantes como la destrucción de la ciudad de Kanto por un terremoto o los viajes fantásticos que realiza el protagonista a su mundo imaginario, y los bellos paisajes del film (extensos cielos, campos y ciudades) contrastan con la pesadez del guión y la larga duración de la película. De este modo, aún sin tener la fuerza que aportaba la fantasía a sus anteriores trabajos, seguimos viendo su sello y consigue ser una película atractiva para todo seguidor de Miyazaki.
Una película atípica, no acorde con lo que nos tenía acostumbrados. Personalmente me ha aburrido y me ha decepcionado el no poder disfrutar de esas fantasiosas aventuras como El castillo en cielo (1986), El viaje de Chihiro (2001) o Ponyo en el acantilado (2008).
SALVA VILA
FICHA TECNICA:
TÍTULO ORIGINAL: Kaze Tachinu (The wind rises)
DIRECTOR: Hayao Miyazaki
GUIÓN: Hayao Miyazaki (Cómic: Hayao Miyazaki. Novela: Tatsuo Hori)
MÚSICA: Joe Hisaishi
REPARTO: Animación
PRODUCTORA: Studio Ghibli
ESTRENO EN JAPÓN: 20 Julio 2013
DURACIÓN: 125 minutos
La verdad que viendo los trailers ya parecia que se alejaba mucho del espíritu Miyazaki. Aún así supongo que solo por tratarse de su cinta despedida merece un visionado, pero si la historia es tan densa como cuentas, no albergo muchas esperanzas.
A mi me da la impresión que la película no se aleja tanto del espíritu Miyazaki. No entra en mundos imposibles ni hay criaturas fantásticas pero los personajes utilizan la imaginación para evadirse de la realidad, como pasaba en Totoro o Chihiro. De todas formas, la película me parece una increíble forma de despedirse del cine.