Una pandilla alucinante (Monster Squad Fred Dekker, 1987) empieza con un ritual en el siglo XVIII donde Abraham Van Helsing y otros «luchadores por la libertad» intentan liberar al mundo de Drácula y otros monstruos. Pero sólo consiguen encerrarlo hasta que en 1987…
Este filme puede parecer una especie de Goonies con monstruos, en su momento fue el hermano raro y menos popular. De hecho corren blogs en la red sobre cual es mejor y porque. Pero la verdad es que desde su estreno sorprendió por méritos propios, porque es divertida, gamberra, y ama y respeta a los monstruos. Porque si eres chaval no cuesta identificarse con los protas (aunque en Barcelona nunca hubo High School o Casa en el árbol, a lo sumo un parque). Porque pone a los chicos en situaciones de auténtico peligro y porque los monstruos no están allí para ser pateados y humillados. Dan miedo y son amenazas reales dentro de la película.
Lo bueno de estos 80 tan de moda hoy en día es que normalmente sorprendían y prometían grandes espectáculos, o por lo menos grandes maquillajes y buenos monstruos, cortesía en este caso de Stan Winston (Aliens, Terminator 2, Pacto de sangre, Jurassic Park) algo que en mi opinión le cuesta mucho al cine comercial actual (la verdad es que la moda revival me sorprende cada día más. Adoptada por modernos que ahora consideran guai que sepas de pelis de miedo cuando de pequeño te miraban raro o no entendían ni conocían estas películas, a quienes no les interesó en su infancia son ahora con 30 años más papistas que el papa. Así es el ser humano). Por otro lado el hecho de tratar a los chavales y a los monstruos con complicidad y respeto es algo que se hecha de menos en el cine actual. Por no hablar de lo que en esa época se atrevían hacer y que hoy parece imposible con la ola de conservadurismo que vivimos. Por lo menos en lo que cine comercial yankee se refiere.
El guion del filme corre a cargo del propio director y de Shane Black, guionista de Arma Letal (Lethal Weapon, 1987)que en breve estrenará Iron Man 3 (Iron Man 3, 2012) Fred Dekker su director es el responsable de la historia de House, una casa alucinante (House, Steve Minner, 1986), de la dirección de El terror llama a su puerta (Night of the Creeps, 1986), que desgraciadamente vio truncada hasta la fecha su carera como director en el cine con la realización de la desastrosa Robocop 3 (Robocop 3, 1993) Filme maldito por los fans y su propio director quien no pudo evitar el desastre en medio del cierre de la CANNON productora del film que recortó presupuesto, metraje y que obligó a suavizar el libreto que había escrito Dekker junto a Frank Miller. Una auténtica lástima pues este director siempre demostró un gran amor por el terror y ser un buen artesano. Espero realmente que en el futuro consiga dinero para hacer otro filme.
Hasta entonces recomendar Una pandilla alucinante a cualquier persona de entre 7 y 40 años. Y si es mayor pues también porque aporta diversión y un buen rato a cualquier edad.
Gran peli !! la recuerdo con cariño como muchas otras qeu vi de pequeño. no hace tanto que la recuperé y me gustó igual ! seguramente por lo bien que la recuerdo. A ver si al público actual le gustan estas pelis de sábado tarde sentado en el sofá para entretenerse un buen rato! pelis que como dices hay una especie de «confianza» entre monstruos y protagonistas. No todo tiene que ser sangre e insultos.
Igual al final va a resultar que formo parte de este colectivo de sobrevenidos y tardíos fans del terror de los 80, pero tengo que reconocer que no la he visto, y la verdad es que ahora tengo muchas ganas. Pues si algo le puede llegat a faltar a la sagrada Los Goonies es quizás espíritu gamberro. Tiene muy buena pinta, la pongo en mi lista.
Mírala, totalmente recomendable si te gusta Los Goonies, pero no esperes un espíritu gamberro.
Con lo de espíritu gamberro me refiero a ciertas bromas y ciertos momentos, además el film no contiene ningun momento»tierno» de Spielberg, me refería más a eso. No voy a destripar aqui dichas escenas, lo mejor es que lo veas por ti mismo Cierco.
No me atrevería a llamarte a ti moderno ni sobrevenido de nada Cierco, y menos después de los maratones en los festivales que te llevas pegando desde que te conozco.
eso si… no hay momentos Spielberg