La película británica La guarida (The Lair), del director Neil Marshall, es una cinta de terror que nos sitúa en Afganistán en 2017. En el marco de la guerra de Afganistán, una piloto de caza es derribada junto a su avión acompañante entre las desoladas montañas del remoto país. En su esfuerzo por sobrevivir y huir de los talibanes que la persiguen, acaba descubriendo un bunker en medio de desierto que esconde algo mucho más peligroso que la milicia que pretende darle caza.
Rescatada y ya a salvo, sus responsables no parecen querer creer su historia. Pero pronto descubrirán que el peligro del que ella les hablaba es muy real y que las vidas de todos están en juego.
En su última misión en Afganistán, Kate, una piloto de la RAF, es herida. Para escapar de su perseguidores, se refugia en un búnker que antiguamente había sido usado por los rusos para experimentar con ADN alienígena. La batalla entre soldados y monstruos mutantes está servida.
Quizás echamos en falta un poco más de fondo para el personaje de la protagonista, interpretada por la actriz Charlotte Kirk (The Reckoning, 2020), que se nos presenta muy brevemente. Aún así la actriz hace un buen trabajo aguantando gran parte del peso de la película sobre sus hombros. Completan el reparto Jonathan Howard, Jamie Bamber, Leon Ockenden, Adam Bond, Alex Morgan y Mark Strepan entre otros.
Neil Marshall, director que también firma el guion junto a la actriz protagonista Charlotte Kirk, es sin duda lo más destacado de La guarida (The Lair). Este monstruo del cine ha dirigido títulos como Hellboy o Centurión, y perlas del cine de género como las brillantes The Descent y Dog Soldiers. También en televisión ha trabajado en series tan grandes como Juego de Tronos, Hannibal o Westworld. Un currículum que justifica más que de sobras el darle una oportunidad a esta La guarida (The Lair). Mencionar que se llevó una Nominación a Mejor Película en todo un Festival de Sitges, que no es poco.
Se agradece de La guarida (The Lair) que no pretende ser más de lo que es y que como tal , va al grano. Poco más allá de la media hora el festival de batalla soldados contra zombies mutantes está servido. A partir de aquí, solo queda disfrutar del espectáculo visual sin buscarle mucho más sentido. No os dejéis intimidar por los clásicos clichés ni le pidáis una originalidad que no pretende buscar en ningún momento.
Quizás la película peca de grandilocuencia en algunos detalles del guion, como cuando justifica la larga historia de país en guerra que tiene Afganistán al interés de gobiernos extranjeros por el control de las fuerzas alienígenas que allí aterrizaron. En cambio nos regala momentazos casi cómicos como el inesperado suicidio del jefe de los soldados, con muletilla incluida, o la escena del grupo al más puro estilo Elegidos para la gloria. Al final podríamos definir La guarida (The Lair) como un divertimento, como una buena película de terror sobre todo festivalera, que ya es decir mucho hoy en día.
JORDI CIERCO
