Aprovechando el gran estreno de Once Upon a time…in Hollywood, recuperaremos una de aquellas pasiones que tiene su director, Quentin Tarantino. Su fetichismo por las escenas con pies descalzos.
Los pies, esa parte del cuerpo que muchos o muchas personas odian o cambiarían, por creer tenerlos «desagradables» a la vista. Uñas mal cortadas, uñeros, dedos torcidos o feos, etc, son las características de muchos de los pies de los simples mortales. Pero a Tarantino le chiflan, y siempre tiene un momento para poder colarlos en sus películas.
Está claro que los pies que vemos en el cine de este director no son los más terribles a la vista, pero no dejan de ser una parte del cuerpo que poco vemos en pantalla, y mirándolo muy bien, realmente son una parte algo erótica tal y como advierte Jules Winnfield a Vincent Vega.
Piernas, espaldas desnudas, pechos… a Quentin Tarantino lo que le va son los pies, y os vamos a dejar unas cuantas imágenes de todos ellos, tal y como nos los cuela el director en sus rodajes. Casi sin darnos cuenta ya hemos visto varios.
Todas, o casi todas las películas de Tarantino, tienen su gran escena protagonizada por pies, escenas muy bien filmadas que no desentonan con el resto de metraje. Lo que en otro tal vez quedaría feo, en sus filmes queda excelente.
Jackie Brown, Pulp fiction, Once Upon a Time in Hollywood, Kill Bill, todas ellas con su peculiar escena y todas ellas memorables. Tal vez tan solo en Reservoir Dogs y The Hateful eight no aparecen este tipo de escenas, en el resto… siempre hay un pie.
En los pies de Tarantino
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