Inicios del año 2019, vivimos en época de boom de series de televisión. Unos años en que gran número de actores, directores o guionistas se han pasado al lado «oscuro» del cine para realizar películas o series para la pequeña pantalla. Algo fantástico, por qué podemos disfrutar de los mejores sin salir del salón de casa.
Un producto que hace años solo producía alguna que otra buena serie o película, ahora se ha convertido en algo habitual de ver y de poder ver con una gran calidad de contenido.
Buenos guiones para series que han provocado que la gente devore sus series favoritas en pocos días.
Un consumo que de rebote ha generado una cantidad gigante de series que nos apetece consumir. Muchas de ellas buenas y otras tantas que se quedan en el olvido por la imposibilidad horaria de llegar a todas todas.
Todo este fenómeno era imposible hace años. Existían muchas menos cadenas de televisión, tan solo teníamos un par o tres de canales o como mucho seis, por consiguiente había menos series. Y la mayoría de ellas estaban consideradas como un subproducto a consumir.
Las buenas historias, los buenos guiones y grandes actores, estaban en el cine. El reino perfecto donde disfrutar.
Pero no siempre era así. Evidentemente teníamos grandes excepciones que nos hacían disfrutar de aquellos 30 o 40 minutos conectados al televisor desde nuestro sofá.
Era un gusto ver series como «The Young Ones», «Yes, Minister» , «Star Trek TOS» o «Twin Peaks« . Series que se disfrutaban de otro modo, ya que en la mayoría de casos tan solo podíamos ver un capítulo por semana. Con lo que ello comporta, nervios para ver el siguiente episodio o charlas con amigos sobre la serie en cuestión a lo largo de una semana. Esto ahora es imposible… terminas un capítulo, y ya tenemos el siguiente a continuación.
Algunas de estas grandes series que se disfrutaron hace años eran Británicas y las pudimos ver en las cadenas públicas. La BBC o la BBC Two eran un filón de buenas emisiones.
The Young Ones (1982 – 1984) fue un claro ejemplo de buena serie de humor que marcó a una generación. Emitida en TV3 en el año 1996 tan solo tenía 2 temporadas pero se convirtió en todo un éxito que duró años. Por la lentitud del capítulo semanal o las reposiciones.
Una sitcom que llegaba del Reino Unido para enseñarnos a 3 estudiantes que compartían casa en la época del gobierno de Margaret Tacher. Humor gamberro y ácido que triunfó.
Otra serie era Yes, Minister. Una sitcom realizada también por la BBC que mostraba los interiores de una parte del Gobierno. Algo así como El ala Oeste de la Casa Blanca. Tres temporadas (1980 – 1984) de una simpática serie también en época de Margaret Tacher.
Red Dwarf (El enano Rojo) fue otro éxito de la BBC, la cadena por excelencia en aquellos tiempos en la realización de series.
10 Temporadas iniciadas en 1988 que mezclaban la ciencia ficción y la comedia. Creada por Rob Grant y Doug Naylor seguia la relación en el interior de una nave del último hombre conocido, interpretado por Craig Charles.
Junto a él viajaba Arnold Rimmer, interpretado por Chris Bayer, que era un holograma con el que precisamente el protagonista no tenía muy buena relación.
Con ellos había un Gato. interpretado por un hombre que figuraba el descendiente de la mascota de Charles. Holly que era la computadora y un androide llamado Kryten.
Un grupo de personajes que se metían en situaciones cómicas gracias a sus desavenencias y diálogos.
Tres grandes series de otra época, llenas de humor y sarcasmo, que también podían criticar al gobierno con humor y que reclutaron una gran legión de fans.
Junto a ellas destacaron otro par de producciones. Allo Allo, emitida por la BBC One, desde 1982 al 1992 con 9 temporadas (a España llegó en 1989) y Hotel Fawlty (Fawlty Towers).
Allo Allo, estaba ambientada durante la ocupación Alemana en Francia, en el interior de un café durante la Segunda Guerra Mundial.
Un café en el que se reunían un Comandante Alemán, un agente de la Gestapo, varios hombres de la Resistencia, y los habituales clientes del pueblo. Todos bajo el servicial trato del propietario del local, René François Artois.
Una divertida serie llena de humor creada por Jeremy Lloyd y David Croft.
La década de los 80 nos trajo buenas y recordadas series de televisión. Pocas, pero muy buenas.
Fawlty Towers fue creada por el gran John Cleese (de los Monty Python) y Connie Both. También de la factoría de la BBC en 1975 llegaba esta sitcom ambientada en un hotel y protagonizada por el mismo Cleese y Both.
Dos temporadas de risas debido al extraño comportamiento de los dueños del hotel y de su camarero Manuel, un inmigrante español.
Otra serie que no queremos dejar de lado es Some Mothers Do ‘Ave ‘Em, aunque sea anterior a los 80, y que en Cataluña se conoció como N’hi ha que neixen estrellats (Hay quienes nacen estrellados).
Humor británico creado por Raymond Allen y con un total de 23 episodios a lo largo de 1973 i 1978.
Frank Spencer era un hombre muy ingenuo y propenso a tener accidentes. Su mujer Betty siempre comprensiva, ayudaba en la creación de los slapstick de los que se formaba la serie.
Varias series que fueron elegidas entre la mejores de sus años y que todavía siguen en la lista de lo mejor que se ha realizado en el Reino Unido.
Otro tipo de programación con la que nos divertíamos muchos en una época en la que ver una temporada entera de algo te costaba un año. Y una pequeña serie podía llegar a durar mucho.
Humor, ciencia ficción o thrillers que seguramente son muy diferentes a los productos a los que estamos acostumbrados hoy día, pero con una gran carga de diversión para hacer pasar un gran rato a su público.
Desde EEUU también llevaban buenos productos y muy diferentes a los de la BBC, que también tendríamos que recuperar. Clásicos de televisión de la NBC, CBS o ABC. Alf (1986 – 1990), Magnum, el de verdad… (1980 – 1988), V (1983 – 1985), El coche fantástico (1982 – 1986), Aquellos maravillosos años (1988 – 1993), El Gran héroe Americano (1981 – 1983), MacGyver (1985 – 1992), El Equipo A (1983 – 1987) o Miami Vice (1984 – 1990), Cheers (1982 – 1993) o Canción triste de Hill Street (1981 – 1987).
Series que recomendamos intentar recuperar de alguna manera, entre medio de toda esta gran cantidad de realizaciones que inundan hoy las cadenas de pago.
En aquellos años era más fácil poder seguir un buen número de series, ya por suerte o por desgracia no había tantas.