Todos tenemos derecho a una educación. Es algo que tenemos claro, pero no en todas las culturas es así. El hinduismo divide la sociedad en castas, con unas directrices marcadas a fuego donde no se puede salir de la norma. Ambientada en el Tibet, Katmandú, un espejo en el cielo, nos muestra los esfuerzos de una maestra española que lucha para que unos niños de las castas más desfavorecidas puedan asistir a la escuela. Deberá enfrentarse a las costumbres culturales del país que no lo permiten. Verá su trayectoria llena de impedimentos, como la no renovación de su visado o como la «vergüenza» por ayudarla afectará a sus colaboradoras de forma muy directa.
Se luce de forma particular Verónica Echegui, que recibiría un Gaudí y una nominación al Goya por su actuación, aunque se ve afectada (una vez más) por el doblaje. Participan también actores no profesionales locales que no desentonan y dan un punto de autenticidad destacado.
La película de Icíar Bollaín está basada en parte en una historia real y aunque lo intenta, por alguna razón no se acaba de conectar con el tono que se le quiere dar sobre la «injusticia» social, la voluntad de la maestra o la búsqueda de nuestro lugar en el mundo, en este caso, el espejo en el cielo.
Pese a ello, y aún viendo la injusticia social, la película tiene pasajes muy bellos que hace que sea disfrutable y queda recomendada ya que también nos muestra una visión de otra parte del mundo y nos acerca a otra cultura.
OSCAR
Trailer de Katmandú
