Un día de otoño, unos piratas normandos asaltan el barco -atracado en el muelle de su casa-, propiedad de Pedro Cabaledo: ricohombre, comerciante en jilgueros y vinos, y padre de Bieito Dubidoso. El pequeño Bieitiño, que por aquel entonces solamente tenía nueve años, consigue, mediante el uso de una magia sorprendente, que los feroces guerreros huyan despavoridos.
A raíz de este suceso, su fama como mago traspasa los muros de la casa familiar. Conoce a Destreza, su inseparable compañera para toda la vida. Y se gana la admiración de los agradecidos vecinos. Por el contrario el obispo Juan, señor y dueño de la ciudad, no le perdonará jamás que lo haya dejado como un cobarde delante de sus vasallos. El enfrentamiento entre el poderoso señor de la ciudad y el niño de inimaginables habilidades que unos llaman prestidigitación y otros milagro es el tronco de donde nacerán todas las historias que en la película se cuentan.