Hoy hablamos de Temblores 5: El legado (Tremors 5: Bloodline). Sabemos a lo que venimos, sí, estamos ante la quinta entrega de una saga que ya en sus inicios era pura serie B, pero la historia que acumula la franquicia hace obligado el darle una oportunidad.
Llamadme romántico, pero Temblores (Tremors, 1990) es y será un clásico por mucho que llegue a bajar progresivamente el nivel de sus secuelas. Y la verdad es que en este caso, Universal apadrina, aunque produce Universal 1440 Entertainment, una quinta entrega que promete tanto por presupuesto como por caras conocidas, y que vuelve 11 años después de el «tocar fondo» que fue la precuela Temblores 4: Comienza la leyenda (Tremors 4: The Legend Begins, 2004).
Tras una amena y graciosa introducción a cargo de Burt Gummer en que la saga se presenta para los profanos, el filme nos ofrece una típica escena de apertura según los cánones del cine comercial del género que resulta inesperadamente digna. A partir de ahí, un toque de humor, localizaciones y banda sonora se encargan de confirmar las buenas sensaciones.
Recordemos que el gran cazador de monstruos Burt Gummer está interpretado por Michael Gross en una simbiosis entre actor y personaje que dura desde la película que dio origen a la saga. Pasando por la segunda y terceras entregas, Gross tuvo por supuesto su papel incluso en la cuarta a pesar de ser una precuela, caso para el que interpretó a un tal Hiram Gummer. Incluso pudo interpretar su más mítico papel en la serie de televisión Tremors de 13 episodios emitida en Estados Unidos en 2003. Aún así que nadie se confunda, Michael Gross es un actor encasillado, totalmente, pero no por esta saga ni mucho menos sino por su inmortal personaje en la conocida serie Enredos de familia (Family Ties, 1982–1989), en la que interpretaba al padre de Justine Bateman, Tina Yothers y, sobretodo, un joven actor llamado Michael J. Fox.
«Eres como el maldito Rambo»
La historia sitúa a nuestro incombustible protagonista Burt Gummer en el desierto de Nevada, donde recibe una oferta irrefutable para desplazarse a Sudáfrica a la caza de un Ass-blaster avistado en esa zona. Burt no duda en trasladarse al lugar para dar caza a este peligroso bicho sabiendo que su presencia alerta de la existencia de Graboides. Y así la saga abandona por primera vez suelo americano en un alarde de atrevimiento para una saga típicamente americana impuesto entiendo que por motivos presupuestarios.
Para los no versados en el fantástico mundo en el que ahora nos adentramos, los llamados Ass-blasters son parte del ciclo evolutivo de los Graboides, los famosos gusanos. La diferencia es que en vez de salir del suela atraídos por las vibraciones tienen la capacidad de volar impulsados por fuego que expulsan por el culo. Sí, parece una criatura sacada de una desesperada secuela barata de terror, y así es, ni más ni menos. Es lo que tiene venir de cuatro películas ya, que llegamos pasados de vueltas, pero hasta eso consiguen sobrellevar con la cabeza bien alta esta quinta película. Incluso la típica forzada inclusión de una cara conocido que aporte un toque de humor, que en este caso es el actor Jamie Kennedy, consigue pasar agradablemente desapercibida. Kennedy es conocido por el gran público como Randy, el chaval gracioso que enumera las normas de todo filme de terror en la película Scream (1996).
Sorprende lo épico del primer ataque de graboide que nos ofrece la película, es una secuencia de buena factura y un alto nivel visual y poético que solo se explican por la capacidad del filme de reírse de sí mismo, y eso, sinceramente, me encanta. Tan exagerada y técnicamente trabajada como ridícula, un punto para el realizador, Don Michael Paul, que sí sabía a lo que venia y lo disfruta.
Este realizador un veterano del género, tanto como actor como director, y me refiero al género de las secuelas de bajo presupuesto. No en vano dirige Temblores 5: El legado tras dejarnos perlas como Jarhead 2: Field of Fire (2014), que acabas de enterarte que existe y que por supuesto no cuenta con Jake Gyllenhaal ni Jamie Foxx, Sniper: El legado (Sniper: Legacy, 2014), con un Tom Berenger muy venido a menos como gran reclamo, Mandíbulas 4 El capítulo final (Lake Placid: The Final Chapter, 2012), el título lo dice todo, La cosecha (The garden, 2006), con un Lance Henriksen veinte años después de su gran Bishop o Al filo de la muerte (Half Past Dead, 2002), con Steven Seagal. Y ojo al dato, este realizador californiano prepara para 2016 nada más ni nada menos que Poli de Guarderia 2 (Kindergarten Cop 2) con, atención, Dolph Lundgren!
Volviendo a Temblores 5: El legado, uno va visionando la película esperando que en cualquier momento de vaya de madre, se descontrole, se desmorone, se destape como lo que creemos que tiene que ser, pero no es así. El filme aguanta con dignidad y consigue terminar sin perder la compostura, mucho más de lo que se le puede pedir a cualquier quinta secuela.
En conclusión, una agradable sorpresa y una película más que aceptable para lo que es el caso que sin duda representa el resurgir de un clásico de la serie b como es la saga Temblores, que queda tras esta en un gran momento, tanto sea para su repunte definitivo y asalto al cine comercial como simplemente para quedar como concluida con una más que merecida dignidad.
JORDI CIERCO
Trailer de Temblores 5: El legado
Ficha técnica
Título: Temblores 5: El legado
Título original: Tremors 5: Bloodline
Año: 2015
Duración: 95 min.
País: Estados Unidos
Director: Don Michael Paul
Guión: John Whelpley
Fotografía: Michael Swan
Reparto: Michael Gross, Jamie Kennedy, Ernest Ndhlovu, Lawrence Joffe, Zak Hendrikz, Natalie Becker, Emmanuel Castis, Brandon Auret, Daniel Janks, Jarrod Pinto, Rea Rangaka, Ian Roberts
Productora: Universal 1440 Entertainment