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El Museo de la Imagen en Movimiento, un museo olvidado por los turistas

Junto con algunos conocidos y reputadas salas de cine, El Museo de la Imagen en Movimiento ha sido considerado desde hace muchos una maravilla para los enamorados del cine, para ellos sería una auténtica aventura visitar la ciudad y reservar hoteles baratos en Nueva York en Expedia para pasar una estancia cinematográfica realmente inolvidable.

Mucha gente que hace turismo en New York no sabe que uno de los elementos cinematográficos esenciales de la ciudad volvió a abrir sus puertas en 2012 y que es una visita de obligatoria asistencia si te gusta el mundo del cine. Está situado justo en la otra orilla del East River en el barrio neoyorquino de Astoria y tiene un programa muy variado de largometrajes y una de las exposiciones más grandes del mundo enfocada al sector cinematográfico estadounidense.


Este museo abrió sus puertas al principio de las décadas de los 80 y en 2012 reabrió sus puertas con una imagen totalmente renovada. Este museo tiene 3 plantas y es un espacio enorme, anteriormente era un estudio de una productora considerada como la más poderosa de la época, se llamaba Estudio Astoria. Una de las finalidades del museo es que los amantes del cine se sientan atraídos a ver en pantalla grande algunos clásicos del cine tal y como nacieron la primera vez, sin ningún cambio.
Este museo es atrayente para todo tipo de públicos, desde los más pequeños hasta la gente más veterana, el conjunto de películas que ha sido escogida para reproducir en las pantallas del emblemático lugar es una apuesta adecuada para todos los públicos. Además las visitas son interactivas y guiadas.
Por ejemplo, hace un par de años, hicieron la exposición completa del director David Cronenberg, comenzaba con sus películas más humildes en cuanto a presupuesto se refiere hasta sus últimas participaciones con Viggo Mortensen. El museo no abre los lunes pero se puede visitar el resto de días de la semana con facilidad gracias a su extenso horario, además es muy fácil llegar en transporte público. Sin duda, una visita obligada si visitas New York.