De Palma, vista en Sitges

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Más que un documental sobre la vida y obra de uno de los directores contemporáneos más interesantes del cine americano (uno de los grandes, junto a Scorsese, Lucas, Spielberg o Coppola) estamos ante una entrevista de dos horas donde el director de Carrie nos pone al día de su vida y obra y nos da una clase de cine y de su idea de lo que es un director de cine. De Palma repasa desde su niñez hasta la actualidad. Explicando como momentos de su vida personal han germinado después en la historia para alguna de sus películas o cómo era la industria en los 60, 70 cuando empezó y lo que es hoy.

El documental está dirigido por Jake Paltrow (Young Ones, 2014 cuya crítica podéis leer aquí) y  Noah Baumbach (Frances Ha, 2014 While we’re young, 2014).

Es en las anécdotas de cómo funciona la industria, de cómo se cambian guionistas si la estrella o productor lo exige, cuando aparecen las miserias de una industria que como él mismo comenta vive en constante contradicción. Los estudios están regidos por hombres de negocios cuyos intereses van en contra de quienes tienen que sacar una película adelante. Las luchas que ha tenido con los estudios, las traiciones que ha visto, padecido y también las que ha echo.

La verdad es que viendo el documental a uno le entran ganas de repasar la filmografía de este director. De Palma no parece tener reparo en comentar que la idea de Vestida para matar (Dressed to kil 1980) se le ocurrió cuando pensó en qué ocurriría si dejase que la mujer casada con la que tenia una aventura se quedara dormida y no volviese esa noche junto a su marido. O cómo ofreció sus primeros papeles a un jovencísimo Robert De Niro debido a la fuerza que emanaba  «era como ver a Lee J Cobb». Es en estos momentos donde el director mezcla vida y arte que el documental se vuelve más interesante. También reivindica alguno de sus filmes como Corazones de hierro (Casualties of war, 1989). Película incómoda que narra como un grupo de soldados americanos viola y asesina una vietnamita y la lucha de su protagonista para llevar a los soldados ante la justicia. Ignorada por el público en su momento y recibida con críticas mixtas, De Palma la considera como una de las más importantes que ha echo.

De Palma también habla del lenguaje del cine, de cómo conduce al espectador con sus tomas de steadycam (como cuando seguimos a Nancy Allen en Blow Out)  o cuando se decide a usar la pantalla partida, el porque aquí si y aquí no. Un recurso utilizado en varios de sus filmes como Sisters o Carrie, y que se ha convertido en una de sus señas de identidad. De Palma defiende la tesis que un director de cine es un mirón, alguien que con su arte conduce la mirada, la atención del espectador. Para ello se sirve de varios ejemplos, desde los planos secuencia de Vestida para matar hasta el montaje de un asesinato en Doble cuerpo (Body Double, 1984)

El «documental» gustará a cualquier aficionado al cine, sea de De Palma o no. Tiene demasiadas anécdotas, material de archivo e historias con compañeros de profesión que cualquier aficionado conoce como para no hacer pasar un buen rato a cualquiera que le guste el cine. Y es que además es una clase magistral para hacer cine.