Connor, un granjero Australiano, viaja a Estambul para intentar averiguar el paradero de sus tres hijos supuestamente muertos en la batalla de Gallipoli en 1915. Una vez allí conoce a un oficial Turco que le dará esperanzas en la búsqueda. Connor intenta hacer todo lo que puede para localizar a sus hijos mientras forja una amistad con la propietaria del hotel en que se hospeda.
Estamos ante el debut como director de Russell Crowe y solo podemos decir que nos ha sorprendido gratamente. Se trata de un trabajo solido sin arriesgar demasiado y en el que nos narran una historia de amor mezclada con un drama bélico.
Crowe se sitúa tras la cámara (y frente a ella) sin al parecer grandes pretensiones, y tal vez sea esto lo que provoca que uno salga satisfecho. La historia de amor es algo azucarada y débil, pero el resto de la historia, en la que realmente se centra la película se consolida a medida que avanza. La búsqueda de los hijos del protagonista y el drama que supone la experiencia en las trincheras por parte de estos, es hecho suficientemente sólido como para que nos guste incluso la manera en que nos lo cuenta el director.
Su primer gran acierto está en una fotografía preciosa y con una elegante variación cromática en la que según la tierra en que nos encontremos varia el color en pantalla. Un color de tierra rojiza y azul para situarnos en Australia y otro de colores amarillos como el azafrán para mostrarnos Estambul, parece mostrar que el actor de Gladiator se encuentra cómodo tras la cámara.
Si alguien pensaba en no ver la película precisamente por estar dirigida por Russell Crowe, que se lo vuelva a pensar ya que realiza un trabajo firme tirando a clásico en el que tal vez fallan un par o tres de escenas entre la relación del granjero con la propietaria del hotel. Pero esto no echa por tierra el trabajo realizado en el resto del filme.
En cuanto al ritmo de la película, a pesar de ser lento o tranquilo, no cansa. Si es cierto que encontramos que la narración varía al cabo de una hora, al inicio de la historia con la mujer del hotel en Estambul, y parece un cambio de ritmo brusco, pero la narración y la acción mezclando las dos historias, siendo más interesante la de la búsqueda de los hijos que la de amor, es correcta.
Y sobre los protagonistas, Crowe ha sabido rodearse bien. El director está omnipresente en todo el filme realizando una firme y buena interpretación. Junto a él una Olga Kurylenko perfecta en su rol, e igualmente los otros dos protagonistas, el Mayor Turco Hasan interpretado por un tranquilo Yilmaz Erdogan, y el Teniente Coronel Hughes interpretado por Jay Courtney, quienes forman un reparto que hacen creíble la relación que tiene entre ellos.
Otra grata sorpresa es el joven Dylan Georgiades, hijo de Kurylenko en el filme y que consigue mostrar el lado más humano entre la relación de Connor y Ayshe (Kurylenko).
Crowe ha sabido realizar un más que aceptable debut en el que lo hace todo bien, a pesar de despistarse un poco al entremezclar dos historias.
SALVA VILA
El maestro del agua
Título original: The Water Diviner
Año: 2014
Duración: 111 min.
País: Australia
Director: Russell Crowe
Guión: Andrew Anastasios, Andrew Knight
Música: David Hirschfelder
Fotografía: Andrew Lesnie
Reparto: Russell Crowe, Olga Kurylenko, Jai Courtney, Isabel Lucas, Damon Herriman, Jacqueline McKenzie, Cem Yilmaz, Ryan Corr, Dan Wyllie, Deniz Akdeniz
Productora: Coproducción Australia-USA-Turquía; Universal Pictures / Fear of God Films / Hopscotch Features
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