Enemy Movie Review 09102013 185137

Enemy


Cuesta creer que la extensa obra de un escritor como Saramago haya sido adaptada únicamente cuatro veces al cine y en películas de muy distinta calidad teniendo en cuenta que las historias que se plasman en la gran pantalla se nutren continuamente de alegorías, siendo estas la base de las novelas del autor portugués. La Balsa de Piedra, aquella novela que diseccionaba las consecuencias del desplazamiento ideológico, social y económico de España y Portugal del resto de Europa, fue víctima en 2002 de una desastrosa y demasiado sensacionalista adaptación a manos del francés George Sluizer y, dejando de lado la muy pequeña producción portuguesa Embargo (António Ferreira, 2010), podría decirse que hasta hace escasamente unas pocas semanas, A ciegas (Blindness, Fernando Meirelles, 2008) era la mejor adaptación de Saramago realizada.

Enemy (Denis Villeneuve, 2012) irrumpió en cartelera en el momento más oportuno para darse a conocer, en la semana en la que se celebraba la primera Fiesta del Cine de 2014. Ya sea debido o no a la casualidad, se trató de un verdadero golpe de suerte para la película. Un dato muy curioso es que la anterior película del director, Prisioneros (Prisoners, Denis Villeneuve, 2012) participó también en la anterior Fiesta del Cine celebrada en España el año pasado.

Enemy, basado en este caso en El hombre duplicado (J. Saramago, 2002), recoge la tan abordada y abordable premisa del doble, y la lleva al terreno de la confusión y del obstáculo consiguiendo dar forma a un relato que, en la superficie, resulta algo realmente simple. Una noche, el introvertido y neurótico profesor de historia Adam Bell, encarnado por un Jake Gyllenhaal que últimamente parecer acertar de lleno con cada papel que elige, localiza en una mala película de videoclub a un hombre que a primera vista resulta su copia exacta. Sorprendido y asustado, se propone dar con él y conocerle, sin atender a las consecuencias de tan fatídico encuentro.


A diferencia de lo que ocurre en El doble de Dostoyevski, cuya influencia en este largometraje no es poca, el “otro” idéntico no supone tanto una amenaza social como personal para el protagonista. Enemy trata a través de los silencios los conflictos éticos de la existencia de un ser milimétricamente duplicado, la falsa unicidad del individuo y el sentimiento de pérdida que decae de vivir en una sociedad masificada en la que no hay cabida para pensar sobre lo que es real y lo que no lo es.

A raíz de este último punto entra en escena la labor del director del film, Denis Villeneuve. Debe quedar claro que si se quiere rodar una película acerca del mito del doble, del doppelgänger, y al mismo tiempo resultar entretenida, se debe confundir al espectador componiendo un juego de espejos, difuminando la línea entre realidad y ficción, entre el protagonista y su otro yo exacto.
Villeneuve puede considerarse fácilmente como uno de los más interesantes realizadores actuales por su depurada técnica de cámara y su inteligente sentido de la narración. Sírvase de ejemplo el soberbio manejo de los flashbacks como dosificadores de información en Incendies (D. Villeneuve, 2011) o la inquietante tensión sostenida a lo largo de Prisioneros a través de sus lentos y contenidos movimientos de cámara. Enemy es, en cierto modo, una intensificación del ambiente pervertido que quería provocar aquella última. El director elige esta vez un Toronto amarillento para situar su relato, un lugar casi enfermizo, donde en vez de ofrecernos laberintos y callejones sin salida, prefiere hacer uso de ramificaciones invisibles entre los edificios cual tela de araña en la que es fácil entrar pero difícil salir. De esta forma, y a través de los constantes enfoques/desenfoques de una cámara que se mueve grácilmente por el espacio, se consigue una perturbación constante en el espectador. Y es que Villeneuve nos adentra en un mundo aparentemente estable donde, a pesar de todo, hay un dominio del caos frente al orden y, por más que se intenta encontrar un sentido, por más que se intenta eliminar el doble o el original, la araña se encuentra esperando a su presa en el centro de la tela que ha tejido. Este es el gran acierto de la película, que consigue desviarse ligeramente del planteamiento existencialista del libro de Saramago para entrar en el ámbito del thriller minimalista. De ahí las múltiples interpretaciones que, al estilo de las películas de David Lynch con las que Enemy no dista demasiado (hay incluso una referencia a la supuesta llave azul esclarecedora de Mulholland Drive (D. Lynch, 2001)), sea posible darle a la historia.

JUAN PRIETO

 

 

Trailer de Enemy:

Posters de Enemy:


Ficha técnica:

Título original: Enemy
Año: 2013
Duración: 90 min.
País: Canadá
Director: Denis Villeneuve
Guión: Javier Gullón (Novela: José Saramago)
Música: Danny Bensi, Saunder Jurriaans
Fotografía: Nicolas Bolduc
Reparto: Jake Gyllenhaal, Mélanie Laurent, Sarah Gadon, Isabella Rossellini, Jane Moffat, Tim Post, Laurie Murdoch, Darryl Dinn
Productora: Coproducción Canadá-España; Rhombus Media / Roxbury Pictures / Mecanismo Films

Web Oficial:

Nuestra otra crítica de Enemy: https://www.findelahistoria.com/2013/10/enemy/

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